lunes, 26 de septiembre de 2011

El revisionismo del siglo XXI y el Estado



El revisionismo como comprensión sesgada del materialismo dialéctico e histórico se tornó desde sus principios en caballo de Troya del capital en el interior del movimiento obrero. Sus limitaciones conceptuales derivadas estratégica y tácticamente en programas pequeñoburgueses y en una idealización del mundo burgués permitieron a la burguesía anidar en las esferas más altas del movimiento obrero haciéndose imperiosa la necesidad constante de combatir esa línea política de forma consciente mediante la lucha de dos líneas.
El movimiento comunista surgió poderoso en lucha contra el revisionismo de su época, abanderado en distintos momentos por figuras de la talla de Bernstein, de Plejánov o de Kautsky. El revisionismo, como la burguesía, se va adaptando al desarrollo del movimiento social, haciendo suyos en la formalidad los avances de la Revolución Proletaria para luego, en el contenido, desechar cualquier conquista de Poder por parte de las clases oprimidas. Del siglo XIX al XXI, las señas del revisionismo, su fraseología pomposa y su práctica burguesa, siguen esencialmente inalteradas. Paradigma de tal circunstancia son los cantos de sirena que desde hace una década llevan emitiendo diversos sectores de la burguesía internacional bajo la consigna del “socialismo del siglo XXI” y la “democracia participativa”.
La línea teórica del revisionismo del siglo XXI no es nada nueva. Los ideólogos de la pequeña burguesía americana pretenden alcanzar el socialismo desde la gestión del aparato estatal burgués. A través del Estado, relegado a mero aparato abstracto gestor de la sociedad, se pretenden desarrollar las políticas económicas y sociales que “acaben con el capital” e impongan el “socialismo”. Esto es, por supuesto, demagogia barata.  Porque el revisionismo del siglo XXI carece entre otras cosas de la visión marxista del Poder y del Estado. Mediante las reformas no se llega al Socialismo y el Estado burgués no puede ser gestionado por el proletariado para alcanzar sus intereses de clase, salvo que lo haga como aristocracia obrera. Esa visión errónea, esa contemplación del Estado como un ente social capacitado para servir a cualquier clase era defendida por Ferdinand Lasalle allá por mediados del s. XIX. Lasalle promulgaba un socialismo bonapartista, encaminado a encumbrar a la clase obrera al Poder Estatal existente y desde ahí imponer el socialismo. La diferencia está en que Lasalle desarrolló su teoría en los tiempos previos a la Comuna de París, la cual demostró la invalidez de dichos postulados, permitiendo sentar las bases del primer ciclo de la Revolución Proletaria Mundial y en el proceso de constitución del proletariado como clase revolucionaria o para sí.
El socialismo no se realiza por decreto, como intentan hacernos creer los revisionistas de todo pelaje, incluidos los “maoístas” de Nepal donde recientemente el gobierno “comunista”, el mismo que liquidó la Guerra Popular y desarmó a los obreros y campesinos pactando la reestructuración del Estado burgués, decretó que “adoptaría el socialismo como modelo económico”. El socialismo se realiza mediante un proceso de transformación social en que el proletariado destruye la máquina estatal burguesa a la par que construye el Nuevo Poder, el poder de dictadura revolucionaria del proletariado, liquidando las relaciones de producción capitalista. El Estado deja de ser un conjunto de instrumentos alejados del cuerpo productivo de la sociedad, un entramado de relaciones sociales en donde fructifican los intereses de las clases dominantes, para ser, sin más ambages, el proletariado revolucionario en armas. Solo a través de ese proceso, que ha de dirigir y desarrollar el Partido Comunista, la clase obrera se halla en condiciones de convertirse en clase dominante y de ir socializando los medios de producción durante el socialismo como paso necesario para extinguir la división social del trabajo, hacer superfluo al Estado como instrumento impositivo y alcanzar el Comunismo.
   Es a través del Estado proletario, del Estado-Comuna, como se conquista el socialismo. Se podrá argumentar que en Venezuela se desarrollan “Comunas” o Asambleas populares donde se convierte en terrenal la “democracia participativa”. Lo cierto es que esas Asambleas no tienen nada de Nuevo Poder. Son solo una ramificación del viejo aparato estatal burgués. Significan una descentralización de ese poder, una delegación administrativa que se implementa desde  las mismas estructuras creadas por la burguesía para acomodar al viejo Estado en las nuevas necesidades de la burguesía venezolana, dispuesta a carear al imperialismo europeo y norteamericano enfrentándose para ello con los antiguos gestores del Estado venezolano.
Estas Asambleas que forman parte del entramado del Estado capitalista son como ocurre con las Milicias Populares Bolivarianas, una base de apoyo de la burguesía nacional venezolana. Pues, como las asambleas barriales, las milicias populares lejos de representar al proletariado revolucionario independizado política y organizativamente son órganos al servicio del Ejército, la columna vertebral de todo Estado. Son un anexo, una rama del tronco militar burgués de Venezuela. Cabe señalar en todo esto, además, que las Asambleas están basadas en los organismos paraestatales creados en India por los socialfascistas del PCI “marxista”, el cual aniquila a los  militantes revolucionarios a través de sus organizaciones paramilitares y gestiona el Estado indio junto a la burguesía monopolista de dicho país. Y es que el PSUV ha encontrado en el revisionismo indio el espejo ante el cual mirarse. Algo nada sorprendente. El Estado venezolano ahora se dedica a extraditar a demócratas colombianos y a capturar a militantes del MLNV. Bolivia extradita a dirigentes comunistas peruanos y encarcela a internacionalistas. En su tiempo, la socialdemocracia alemana utilizó a los freikorps, antesala de las Secciones de Asalto fascistas, para que en 1919 ejecutasen a los espartaquistas y aplastasen a la República Soviética de Baviera.
Esto poco tiene que ver con los Consejos de obreros, campesinos y soldados que se forjaron en Rusia, pues éstos como organismos edificadores de la dictadura del proletariado, del socialismo, eran órganos de Nuevo Poder enfrentados al viejo Estado burgués, desde febrero de 1917 representado en una República democrática y parlamentaria, en donde el menchevismo luchaba por incorporar a los Soviets en la gestión del Estado burgués, esto es, la “democracia participativa del siglo XXI” aplicada ya a inicios del s. XX por la contrarrevolución rusa. 
Otra cuestión que debe analizarse es la economía. El revisionismo, con su línea reformista del Estado burgués, ha inyectado en nuestro movimiento y entre la clase trabajadora la idea de propiedad estatal = propiedad de todos. Se observa la estatalización de medios de producción como un paso al Socialismo llegando a justificar estas patrañas pequeñoburguesas con la NEP Soviética. La NEP fue un proceso de estatalización y desarrollo de fuerzas productivas en la URSS, vigilada en todo momento por la dictadura revolucionaria del proletariado. El capitalismo de Estado era dirigido por el proletariado armado en torno al marxismo. Los bolcheviques construían el Nuevo Estado, constituido por las organizaciones proletarias, y solo desde éste se podía contemplar una etapa económica en que se mantenían las antiguas relaciones entre capital y trabajo[1].
Por su parte en la Venezuela bolivariana lo que acontece son nacionalizaciones de sectores estratégicos por parte del Estado burgués. Ni cambian las relaciones de producción, ni los procesos en los que la propiedad jurídica de las empresas pasa a manos del Estado son dirigidos por la clase proletaria. Estas nacionalizaciones se encuadran en lo que adelantábamos, en el curso de la lucha de la burguesía nacional venezolana por hacerse un espacio en el mercado internacional despojándose del yugo económico y político de otras potencias imperialistas que hasta poseían el capital industrial y financiero en Venezuela. En el Estado español durante la década de los 20 el gobierno corporativista  y protofascista de Primo de Rivera impulsó la estatalización de diversos sectores para centralizar el poder económico de la burguesía española que se hallaba subrogada a los imperialistas británicos y franceses, dueños de gran parte del capital de las empresas españolas. Estas nacionalizaciones se correspondían con las aspiraciones comerciales y políticas  de la burguesía del Estado español, enfrentadas a la emancipación del trabajo no muy a pesar de los socialdemócratas españoles de aquel tiempo, los colaboracionistas de la UGT y del PS.
Esto nos recuerda la actuación del Partido Comunista de Venezuela. La aparente distancia que mantiene el PCV con el proceso bolivariano no proviene de una defensa intransigente de los principios de clase del proletariado sino de los maniqueos propios de la política burguesa. Su no asimilación por parte de la socialdemocracia del PSUV es solo formal. El PCV a pesar de argumentar que se prepara para cualquier forma de lucha y que trabaja para llegar al socialismo, lo que realmente hace es seguidismo del movimiento bolivariano, conciliando siempre los intereses de la clase obrera con los del movimiento burgués en el cual se haya inserto, como muestra su participación “coordinada” en las elecciones y las instituciones del Estado venezolano y su propaganda por un “amplio frente nacional, patriótico y anti-imperialista”. Situación que se compagina o que más bien es producto de la visión tradeunionista del P.C. que tiene el PCV, llevando así al proletariado y a las masas oprimidas de Venezuela a estar desprovistas de sus organizaciones revolucionarias de clase y a ser, a pesar de toda la parafernalia “socialista” que envuelve al Estado venezolano, una clase subordinada a las clases dominantes y cuya tarea principal pasa por dotarse de Partido Comunista recuperando la ideología como arma de combate para poder acometer posteriormente la batalla general contra el Estado burgués mediante la praxis revolucionaria, verdadera y única práctica que puede generar una transformación real de la sociedad capitalista.
Por todo esto las tareas del proletariado en Venezuela son en esencia las mismas que las del proletariado del Estado español. La lucha contra el revisionismo se haya entre las tareas de primer orden, si bien allí el revisionismo es hoy día política de Estado, algo que en parte dificulta las tareas de los revolucionarios pero que por otra muestra a las claras cuáles son la política del revisionismo y sus limitaciones. Aquí los “bolivarianos” se repiten pretendiendo guiar al proletariado a través de “democracias participativas”, “socialismos adjetivados” y “etapas intermedias” que se conquistarán desde la colaboración entre clases. Ello aleja a la clase proletaria de sus intereses que pasan por reorganizarse como sujeto político para luchar por el Socialismo, que es y solo puede ser, Dictadura Revolucionaria del Proletariado.


[1] Para un mejor análisis de esto recomendamos la lectura de Lenin en “Acerca del infantilismo “izquierdista” y del espíritu pequeñoburgués” así como un análisis clasista de ese periodo político en la URSS expuesto en “Stalin. Del marxismo al revisionismo” del Colectivo Fénix.

3 comentarios:

  1. El Revisionismo del «Socialismo del Siglo XXI»:

    http://bitacoradeunnicaraguense.blogspot.com.es/2013/09/el-revisionismo-del-socialismo-del.html

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  2. saludos desde malaga, españa:

    Introducción; ESTANDO POR LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO DEL PROLETARIADO MUNDIAL, Y POR LA REVOLUCIÓN MUNDIAL PROLETARIA-POPULAR, REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,...TODO ESTO BASADO EN MIS ANÁLISIS Y VALORACIONES SOBRE LA REALIDAD DE LA LUCHA DE CLASES QUE SE DESARROLLA A NIVEL MUNDIAL,...y donde el capitalismo imperialismo se ha dotado de un poder estatal mundial: OTAN-ONU,...Y EL CUAL NOS LLEVA CASI MEDIO SIGLO DE VENTAJA,...ASÍ os comunico de mi blog: lukyrh.blogspot.com,...donde expongo teoría sobre las cuestiones que os planteo. Mi c.e: lukymlg@gmail.com,...por si queréis comunicaros,...en el blog también podéis expresaros.Con más tiempo,...y tarea, iré comentando asuntos sobre vuestras líneas políticas,...ESPERANDO RESPUESTAS,...HASTA LA SIGUIENTE,...Por ahora mi tarea principal es analizar-estudiar,...para elaborar teoría marxista contemporánea,...lo que defino como teoria del comunismo total e integral,...En mi blog,...abordo el asunto sobre el socialismo del siglo xxI bolivariano y latiamericano,...Tengo muchas tareas,...estoy solo,...CREO QUE ES CONVENIENTE-NECESARIO UN BLOG O WEB DE MUCHAS ENTIDADES CON TAREAS INTERNACIONALES,...QUE SERÍA CON EL TIEMPO EL PARTIDO REVOLUCIONARIO PROLETARIO MUNDIAL,...O AL MENOS SU EMBRIÓN,...O NÚCLEO DIRIGENTE,...

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